Benito Pérez Galdós publicaba en 1905 la cuarta serie de sus ‘EPISODIOS NACIONALES: LA VUELTA AL MUNDO EN LA NUMANCIA’ (Atención SPOILER, y aquí más Spoiler aún).
Este libro relata la historia de Diego Ansúrez, un marino cuya única patria es el mar y cuya única casa es un barco. Diego se enamora de una monja con la cual tiene una hija llamada Mara. El destino cruel arrebata por enfermedad a su mujer de su lado, quedando a cargo de su preciosa hija. Ésta, tras crecer y convertirse en toda una mujer, acaba siendo prendada por un noble amor de las Américas, con el que huye cruzando el charco. Diego vuelve a su amor, el mar, para para encontrar a su amada hija, de la cual no sabe más que rumores. En esta travesía viaja con un marino llamado Binondo, que tiempo atrás perdió a su hija Rosa, y éste relata lo siguiente:
-Poco á poco -dijo Binondo picado. -No tomes á chanza la cara linda de mi niña, que si fue preciosidad en la tierra, mayor lo es en el Cielo; que allá el jaramago se vuelve clavellina… clavellina: así lo dice el libro de Santa Rosa.
¿Jaramago que se vuelve clavellina?
«Clavellina» (o también «Clavel«) es el nombre vernáculo o vulgar que se asocia con las especies del género Dianthus de la familia de las cariofiláceas (Fam. Caryophyllaceae), y comprende hasta 1410 especies de las cuales sólo 333 han sido aceptadas (el resto se consideran sinónimos o no está resuelta su identidad, según PlantList). Este género, que ya fue descrito por Teofrasto en su obra De historia plantarum (371-286 a.C.), contiene en la raíz las palabras griegas deos («dios») y anthos («flor»). Es un género famoso en jardinería y flora ornamental, usándose diferentes variedades y cultivares de la especie Dianthus caryophyllus las cuales tienen tonalidades desde rojizas hasta blanquecinas, pasando por los tonos rosados intermedios.
En la Península Ibérica y sus ínsulas, las clavellinas silvestres se recogen en 27 especies aceptadas, y hasta 7 variedades reconocidas (ver más información en el proyecto Flora iberica del RJB-CSIC).
Dianthus hysoppifolius, imagen tomada por Juan Pedro Serrano León (click aquí para ver su Almazen en Bioscripts.net)
A lo mejor no es necesario «pasar a mejor vida» como Rosa, la hija de Binondo, para encontrar jaramagos que quieren ser clavellinas. Simplemente hay que ir al Sureste de España y darse un paseo por la Sierra de Grazalema (Cádiz), o hacer senderismo por los montes de la Puebla de Cazalla (Sevilla) para encontrar la planta endémica «COLLEJA» o «BERZA VIOLETA» (Moricandia moricandioides (Boiss.) Heywood). Fotografías obtenidas por Juan de Dios Franco Navarro en la Sierra de Grazalema (Cádiz).