¿Por qué digitalizar una colección?
Una colección, ya sea científica o no, del ámbito que sea, es parte de nuestro Patrimonio Cultural y Científico. Desde esa premisa, queremos intentar explicar la valiosa información y riqueza que poco a poco con el paso del tiempo estamos, sin saberlo, perdiendo, debido al desconocimiento, deterioro, falta de presupuesto o medios para mantener ese patrimonio protegido.
La digitalización es una forma de abrir ese patrimonio a la sociedad, es una forma de llegar al ciudadano y enseñarle que esa riqueza es importante. Además, el proceso de digitalización es más que un mero escaneo 3D o una fotografía bonita, se trata de replicar en la medida de lo posible toda la información que tiene la colección, y sobre todo, hacerla útil, crear una base de datos que permita extraer la información desglosada, trabajar esa información para mostrarla de forma útil, acompañarla de escaneos, videos, fotografías, modelos 3D o vistas 360º dependiendo de cuál sea el mejor o mejores métodos para representar esa información, y abrirla también a investigadores o científicos.
Finalmente, la digitalización es una protección al paso del tiempo, a los imprevistos, o al azar. Es una copia de seguridad en cierto modo, contra una pérdida de patrimonio causada por cualquier evento, desde conflictos civiles, mal mantenimiento, inundaciones, fuego, falta de presupuesto, etc…
Fases del proceso
Normalmente un proceso de digitalización no suele ser complejo, aunque, el proceso previo suele ser más interesante, dado que necesitamos en ocasiones realizar una valoración de la propia colección para gestionar el mejor modelo para su digitalización. En nuestra experiencia planteamos varios pasos importantes:
- Conocimiento de la colección: Este paso es, tal vez, uno de los más importante. Y es que, si se desconoce la colección y su importancia, es complicado que se realice cualquier paso para su digitalización
- Valoración de la colección: El segundo paso, quiere decir que tenemos una idea de la colección pero no de su relevancia o contenido, de forma precisa. Por tanto, normalmente procedemos a realizar una valoración de la propia colección para saber el trabajo que implica.
- Presupuesto y personal: Lo que nos lleva al inevitable paso de conocer cuántas personas se necesitan para realizar la digitalización, el proceso de trabajo y costes del mismo, además del material necesario.
- Digitalización: Finalmente se realiza el proceso de digitalización y se generan en varios soportes, el material para entregar a los propietarios de la misma.
¿Qué se consigue con este esfuerzo de puesta en valor?
Todo este trabajo, tiene una serie de pasos, una vez terminado el proceso. Con ello, intentamos notificar a los medios mediante un comunicado de la existencia de esta colección digitalizada. Se puede crear varios formatos finales a modo de libro, CD/DVD autoejecutable, aplicación móvil o incluso un pequeño microsite de consulta de la propia colección. Con ello, el centro, entidad o persona al que pertenece la colección puede ver incrementada su presencia en medios digitales o tradicionales, así como sus menciones o citas. Incluso los datos generados pueden ser enviados a diferentes revistas o centros de datos.
Ejemplos de colecciones digitalizadas
Algunos ejemplos que puedes ver, son el Herbario de 1879 de Vicente Latorre & Pérez que se encuentra en el Instituto Histórico de Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera o el Herbario del Instituto Histórico San Isidoro de Sevilla. Otros son Atlas de esqueletos digitales, como el del Lince ibérico o el Águila imperial ibérica.
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