TEMA: ALIMENTACIÓN Y ADAPTACIONES DE LAS PIEZAS BUCALES DE LOS INSECTOS
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GUIÓN
- Introducción
- Qué es un insecto y generalidades
- Glándulas de la cabeza
- Cavidad prebucal
- Aparato bucal
- Nutrición y requerimientos nutricionales
- Ápice bucales, el aparato masticador típico
- Aparatos bucales masticadores y masticadores-lamedores
- Aparato bucal chupador-lamedor
- Aparatos bucales picadores-chupadores
- Mandíbulas y sus adaptaciones dependiendo de los órdenes
- Órdenes de Apterigotos endognáticos
- Órdenes de Apterigotos ectognáticos y Paleópteros
- Órdenes de Ortopteroides
- Órdenes de Psocopteroides y Hemipteroides
- Órdenes Neuropteroides, Coleopteroides e Himenopteroides
- Órdenes Mecopteroides
Alison Johana Cerón Cerda
Esmeralda Navarro del Pino
INTRODUCCIÓN
Definición de Insecto
Los insectos
pertenecen al gran filum animal que se llama Artrópodos, nombre que se
refiere a las patas y cuerpo articulados. El cuerpo de los Artrópodos
está cubierto por una envoltura rígida o exoesqueleto, cuyas
articulaciones blandas situadas entre placas rígidas permiten que el
animal se mueva. Además de los insectos, los Artrópodos comprenden los
Crustáceos, los Miriápodos y los Arácnidos.
Los insectos
son animales segmentados con el tegumento relativamente endurecido y con
miembros articulados. Respiran por tubos aéreos o tráqueas y tienen el
cuerpo dividido en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen.
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Partes del cuerpo
La cabeza es
el centro de los sentidos y de la alimentación y sobre ella van las
piezas bucales y las antenas, un solo par, quizá homólogas de las
anténulas de los Crustacea; normalmente tienen los ojos compuestos y en
muchas ocasiones ojos simples u ocelos. El tórax es el centro locomotor,
lleva tres pares de patas, y en los voladores, uno o dos pares de alas.
El abdomen es el centro metabólico y de reproducción; contiene las
gónadas y los órganos de la digestión y de la excreción y normalmente
las estructuras especializadas para facilitar la cópula y la puesta de
huevos.
El número de
especies de insectos conocidas es muy difícil de estimar, pero excede
con certeza al de todos los demás animales en su conjunto. Han
contribuido muchos factores a su destacado éxito, pero las
características a las que se puede atribuir el éxito de su superioridad
numérica son:
·
Exoesqueleto: compuesto por quitina córnea. Protege y permite el
movimiento del cuerpo y de sus apéndices y restringe las pérdidas de
agua.
· Tamaño: son
relativamente pequeños debido a su mecanismo respiratorio (las tráqueas
lo limitan). Aporta facilidad para su extensión territorial.
·
Adaptabilidad: es casi ilimitada. Solamente los mares no han podido ser
conquistados por ellos, ya que solo unos pocos viven verdaderamente en
el mar.
· Capacidad de vuelo: permite su dispersión, descubrir a su pareja, escapar de sus enemigos y encontrar alimentos.
·
Metamorfosis: cuando los dos estadios se alimentan de materias
diferentes, un área determinada puede soportar más Insectos de los que
podría si estos tuviesen el mismo tipo de alimentación.
Se describe la cabeza ya que es donde están localizadas las piezas bucales.
Cabeza
Los seis
segmentos de la cabeza están soldados para formar una cápsula bastante
resistente. Existen muchos surcos o suturas sobre la cápsula cefálica,
pero no corresponden necesariamente con los segmentos originales y con
los escleritos que la componen. Las regiones que se presentan en la
figura 1 se pueden distinguir en la mayor parte de los demás Insectos
pero el modelo se complica a veces por la fusión y/o la subdivisión de
varios escleritos.
Figura 1: Partes de la cabeza (dibujo de “Introducción a la Entomología”)
Los Insectos
no tienen mandíbulas internas como nosotros y las patas de los segmentos
cefálicos se han modificado para ayudar a capturar y comer los
alimentos. Toda la tarea de cortar y molturar la realizan estas piezas
bucales externas antes de que el alimento pase al interior de la boca.
Cavidad bucal
Las mandíbulas
pares son las partes cortantes del aparato de alimentación y
habitualmente se las denomina simplemente “mandíbulas”. Son duras y
fuertemente esclerotizadas y habitualmente están provistas de músculos
poderosos. Detrás de las mandíbulas hay un par de maxilas o mandíbulas
secundarias. Los palpos de las maxilas están bien equipados con órganos
sensoriales y están implicados en la búsqueda de alimento y en la
determinación de su aceptabilidad. El labium, o labio inferior, como a
menudo se le denomina, está formado por la unión de dos apéndices
maxiliformes, y desempeñan funciones similares a las propias mandíbulas.
La hipofaringe se sitúa en el centro de la parte inferior de la cabeza,
justo detrás de la boca. No es uno de los apéndices pares de la cabeza,
pero está asociado con los conductos de las glándulas salivares. En la
mayor parte de los insectos existe una pequeña estructura parecida a una
lengua, pero está bien desarrollada en muchos Dípteros típicos,
especialmente en las formas chupadoras de sangre. Las piezas bucales
están completadas por el labro. Se trata de una estructura simple
derivada de una simple placa situada en la parte más anterior de la
cabeza. Forma un “tejado” sobre la región en que las mandíbulas
desmenuzan la comida y por ello se le denomina adecuadamente labio
superior. Algunas veces su superficie inferior trae un lóbulo pequeño
que se denomina epifaringe. En la mayor parte de los órdenes inferiores
de Insectos se encuentran piezas bucales masticadoras similares a las
que se han descrito, al igual que en otros de los órdenes superiores
como en los Escarabajos y Avispas. Las piezas bucales chupadoras
adaptadas para alimentos líquidos que presentan en las Mariposas diurnas
y nocturnas, en las Chinches, Moscas, las Pulgas y otros pocos
Insectos. Existe una gran variedad entre estas bocas chupadoras (sirvan
de muestra las diferencias entre la fina probóscide de una mariposa, los
agudos estiletes perforadores de una chinche y la “almohadilla suctora”
de una mosca doméstica). Sin embargo, todas parecen haberse
desarrollado a partir de las primitivas piezas bucales masticadoras por
desarrollo diferencial, especialmente a partir de las maxilas y del
labium.
La cavidad prebucal
En los
insectos generalizados la cavidad prebucal es el espacio comprendido
entre las piezas bucales anteriores (que la delimitan lateralmente), el
labio (que la cierra por debajo y parcialmente por detrás) y el
clípeo-labro (por delante y por arriba). La pared posterior de esta
cavidad es una zona en principio membranosa, la llamada hipofaringe, que
suele ser protuberante y divide la cavidad en un espacio anterodorsal,
que conduce al estomodeo y otro al posteroventral, al que se abren los
conductos de las glándulas labiales, llamado salivario. El espacio
anterodorsal se subdivide a su vez en dos, que se suceden, el pasaje
alimentario y el cibario, cuyo límite posterior es la boca morfológica,
que da paso a la faringe. En los insectos más especializados el cibario
se cierra lateralmente y da lugar a una cámara limitada por la boca
morfológica y la boca funcional, llamada “prefaringe”.
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La epifaringe
es la pared postero-inferior del clípeo-labro y es, por así decirlo, el
paladar de la cavidad prebucal. Es fundamentalmente membranosa, pero
puede llevar escleritos de diversa configuración, ornamentaciones varias
y en todo caso los tormos, piezas pareadas, que en las larvas de
Nematóceros se desarrollan hasta el punto de constituir las
premandíbulas.
La
hipofaringe, como dijimos, suele ser protuberante, y en ella se
diferencian diversas zonas más o menos esclerotizadas. En los
apterigotas endotrofos y en los Microcorifios presenta una pieza impar,
grande y deprimida, “lengua”, acompañada dorsal y lateralmente por dos
“lengüetas” o “superlinguas”. En los Tisanuros (estrictos) y en los
Pterigotas la hipofaringe consta habitualmente de una sola pieza: la
lengua, estando esbozadas las superlinguas en algunos casos; son
excepcionales al respecto las ninfas de las efímeras que poseen
superlinguas desarrolladas.
En los
Pterigotas más evolucionados puede haber fusiones laterales
lengua-epifaringe, o lengua-prelabio, por lo que la hipofaringe puede
perder su individualidad. En muchos pterigotas, en los que el régimen
alimentario deja de ser masticador en exclusiva, el cibario sufre
modificaciones más o menos importantes. De ellas las más destacadas son
la bomba cibarial y la, ya mencionada, prefaringe. La bomba cibarial se
forma al alojarse un saliente de la epifaringe en una cavidad de la
hipofaringe, aquel lleva una fuerte musculatura extrínseca inserta en el
postclípeo por el otro extremo; se da en Psocópteros, por ejemplo. La
prefaringe es de longitud variable y la existencia, en algunos grupos,
de una potente musculatura extrínseca determina la aparición de una
bomba prefaríngea, cuya presencia es regla en muchos insectos suctores,
como Tisanópteros, Hemípteros, Homópteros y larvas de Neurópteros y
Coleópteros.
El salivario
puede pasar de ser una cavidad más o menos amplia y abierta lateralmente
a ser una cavidad cerrada por los lados, por fusión de la hipofaringe
con el prelabio, llegándose a formar un tubo labio-hipofaríngeo, con
formación de bombas salivares, en Hemípteros, Mecópteros, Tricópteros,
Lepidópteros y Dípteros, por ejemplo.
Nutrición y requerimientos nutricionales.
Casi todo en
la naturaleza puede servir como alimento de los insectos. Las partes de
la boca están adaptadas en los diferentes grupos para masticar
sustancias sólidas como follaje o madera, el cuerpo de otras criaturas,
desechos orgánicos de cualquier tipo, recolectar fluidos como el néctar
de las flores, gotas de miel o productos de la materia en
descomposición, para perforar el integumento de animales o tejidos de
las plantas y succionar sus jugos. El sistema digestivo está
correspondientemente modificado. En muchos insectos debe hacer frente a
abundantes líquidos diluidos, en otros casi toda el agua debe ser
conservada. Algunos sólo tienen que digerir unos cuantos azúcares,
otros, resistentes proteínas esqueléticas como queratina o colágeno, o
carbohidratos como celulosa que debe ser degradada. El canal alimentario
es un tubo de epitelio que va en línea recta o enrollado desde la boca
hasta el ano. En la cabeza está conectado con la pared del cuerpo por
los músculos. En otros lugares estas bobinas son soportadas por regla
general por ramas traqueales. Esto consiste en tres divisiones
primarias: intestino anterior derivado del estomodeo alineado con la
cutícula continua con este recubrimiento en la superficie del cuerpo, el
intestino posterior derivado del proctodeo, otra vez con el
recubrimiento cuticular y un intestino medio endodérmico uniendo los
otros dos. Todas estas partes tienen una cubierta muscular que sale del
sistema nervioso visceral; el intestino anterior y la gran parte del
intestino medio proceden del ganglio frontal y faringeal, el intestino
grueso y la región posterior del intestino medio, del ganglio trasero
del cordón nervioso ventral. Todos los segmentos del intestino muestran
movimientos peristálticos y de batida que sirven para mezclar el
contenido y transportarlo a lo largo de él. Las enzimas digestivas que
hidrolizan la comida en productos capaces de absorberse, son secretados
en parte por las glándulas salivares, pero principalmente por el
intestino medio. Todos los segmentos del intestino pueden tomar parte en
la absorción en diferente medida.
Apéndices bucales, el aparato masticador típico
Además de las
antenas, la cabeza lleva tres pares de apéndices (algunos de los cuales
puede faltar en algún estado del ciclo vital de determinados insectos).
Son los apéndices bucales, que junto a formaciones de la cavidad
prebucal constituyen los aparatos bucales, de tanta importancia en la
sistemática de los insectos, en la comprensión de sus hábitos y en la
previsión de las consecuencias de éstos.
Son las
mandíbulas, las maxilas y los dos que conforman el labio. La disposición
y forma primaria de los mismos son las del aparato bucal masticador
típico, el cual se presenta en casi todos los órdenes de exopterigotas y
en casi las formas larvarias y muchos adultos de los endopterigotas.
Piezas bucales de un insecto masticador, Periplaneta americana. (Davis, 1991).
Las mandíbulas
pueden ser monocóndilas y dicóndilas. Las mandíbulas monocóndilas
poseen, como su nombre indica, un sólo cóndilo, que se corresponde con
el posterior de las dicóndilas; son alargadas y estrechas, con una parte
incisiva alargada y con un amplio lóbulo molar y están ampliamente
abiertas a la cavidad cefálica. Estas mandíbulas, como las de Petrobius,
mastican mediante movimientos de rotación, que se consiguen por acción
de unos músculos que se insertan en el tendón cefálico.
Las mandíbulas
dicóndilas son proporcionalmente de base mucho más anchas y más cortas;
están mucho menos abiertas a la cavidad cefálica, ello determina que
algunos de los músculos extrínsecos no pertenecen en la mandíbula,
insertándose, por el contra, en apodemas. En principio desarrollan
movimientos masticatorios rotatorios, pues la articulación anterior
tiene una cierta libertad, pasando después a un movimiento transversal,
que posibilita la masticación de piezas más grandes.
Las maxilas
son apéndices más completos, con más artejos, que reciben una
denominación particular: el cardo y estipe constituyen la parte basal,
en el estipe se articulan el palpo maxilar, de varios artejos, y los
llamados lóbulos distales: la lacinia, interior, y la galea, exterior.
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En los
apterigotas ectotrofos el cardo es más corto y el estipe está
ampliamente abierto a la cavidad cefálica. El palpo es de seis o siete
artejos, con musculatura intrínseca en los tres a cinco proximales. Como
en los pterigotas, la galea es fundamentalmente sensorial y está poco
esclerotizada y la lacinia interviene en la preparación del alimento y
está bien esclerotizada.
En los
pterigotas el modelo básico es semejante, si bien hay varias tendencias
evolutivas dentro de mantenerse las características masticadoras:
1) subdivisión
variada de las piezas basales y de los lóbulos distales (galea
palmiforme de los Coleópteros Adéfagos, por ejemplo);
2) reducción del número de artejos del palpo, cinco es el numero típico de ellos;
3) incorporación del cardo e incluso del estipe a la cara ventral craneana, como en larvas de algunos dípteros y coleópteros;
4) fusión o reducción de lóbulos distales.
El labio
resulta de la fusión de dos esbozos apendiculares. Está compuesto de
varias piezas según los grupos. El cuerpo labial consta de tres partes
llamadas: submentón, mentón y prementón, o bien de dos: postmentón y
prementón; si bien las homologaciones no están dilucidadas totalmente
produciéndose, incluso, equívocos terminológicos; en algunos casos el
mentón es diferenciación de un más amplio prementón y en otros casos del
postmentón. Snodgrass, de acuerdo con las inserciones musculares,
distinge un postlabio y un prelabio.
En los
apterigotas ectognáticos el prementón es par. En todo caso lleva un par
de palpos de tres artejos y dos pares de lóbulos distales: glosas y
paraglosas (éstas son externas), que pueden faltar o que pueden ser
reemplazadas por una “lengua” impar, resultado de fusiones de los
lóbulos, que según los textos se denominan “alaglosas”: fusión de las
glosas, y “totoglosas”, fusión de los cuatro lóbulos.
Otros aparatos bucales masticadores y masticadores-lamedores
Al no ser
igual el régimen alimentario y al variar la configuración de la cabeza,
los aparatos bucales masticadores no pueden ser iguales, presentándose
algunas variaciones sobre el plan básico. De ellas veremos aquí sólo las
dos que consideramos más relevantes, los aparatos bucales endognáticos
de los apterigotas, que en principio son masticadores, dándose
especializaciones en la punción y succión, y los aparatos bucales
masticadores-lamedores, propios de los Himenópteros.
En los
Colémbolos las piezas bucales son particularmente alargadas y están
encerradas en una bolsa determinada por el labro (por delante) y unos
pliegues pleurales o genales, si se quiere (por los lados y por detrás);
en algunos géneros hay reducción del lóbulo molar de la mandíbula y
simplificación simultánea de la parte incisiva, con alargamiento
maxilar, lo cual nos habla de la tendencia a la succión, ligada con la
de digestión extraoral en Neanurini, llegándose en Odontella y
Brachystomella a la pérdida de las mandíbulas. En los Proturos los
pliegues genales llegan casi a unirse por debajo, dando una cabeza muy
prognata, con mandíbulas alargadas y maxilas estiliformes y endurecidas,
adaptándose el conjunto para la succión. En los Dipluros los pliegues
genales se mantienen separados por la denominada placa labial y las
piezas bucales mantienen un aspecto más generalizado. El aparato bucal
masticador-lamedor se caracteriza por una reducción, más o menos
evidente de las mandíbulas y un desarrollo (grosso modo inversamente
proporcional a aquella reducción) de algunas de las partes de las
maxilas y el labio. Veamos, en las maxilas se produce: alargamiento del
estipe, alargándose con ello el apéndice entero; reducción de los
palpos; reducción o desaparición de la lacinia y desarrollo de la galea.
En el labio se puede observar: alargamiento del prementón, desarrollo
de un alaglosa; y alargamiento de los palpos labiales. Ello determina la
formación de una lengua que está constituida por el alaglosa
(posteriormente), los palpos labiales (por delante) y, rodeando el
conjunto anterior, las galeas; el alaglosa se encuentra muy abarquillada
y funcionalmente actúa como un fino tubo, determinando que los
líquidos, que el insecto lame, asciendan por capilaridad.
http://ocwus.us.es/produccion-vegetal/sanidad-vegetal/Sanidad_vegetal/Tema%202_HTML/page_08.htm/
Aparato bucal chupador-lamedor
Es este el
aparato bucal típico de la inmensa mayoría de los lepidópteros adultos,
pues no se presenta únicamente en los de la familia Micropterygidae, que
lo presentan masticador, con mandíbulas muy reducidas y con palpos
maxilares largos y labio reducido, que puede ser interpretado como un
paso intermedio en el camino hacia el aparato bucal chupador-lamedor.
Éste se caracteriza por la reducción del labro, indiferenciación de la
hipofaringe, atrofia total de las mandíbulas, desaparición de las
lacinias y alargamiento y abarquillamiento de las galeas; los palpos
maxilares se encuentran muy reducidos quedar en una simple formación
papiliforme, mientras que los labiales, único resto del labio son
manifiestos, de tres artejos y muy pilosos, constituyendo la estructura
protectora de la espiritromba, conjunto formado por las dos galeas, las
cuales, como se dijo, son alargadas y abarquilladas, y se colocan de tal
forma que los bordes de ambas encajan entre sí dejando un tubo
interior, por el que ascienden los líquidos alimentarios (néctar
fundamentalmente) por capilaridad y succión de la bomba prefaríngea. Los
adultos de los Tricópteros presentan también un aparato bucal de tipo
lamedor. Tienen mandíbulas reducidas y una tromba o probóscide,
constituida por el labio, las maxilas y un área hipofaríngea con un
surco bien esclerotizado, que se corresponde al esclerito usualmente
presente en la hipofaringe, denominado sitóforo; ese surco junto con
otro epifaríngeo constituye el canal de succión; la trompa termina en un
hinchamiento llamado haustelo. Funcionalmente son chupadores los
aparatos bucales de los múscidos y algunas otras familias de dípteros,
pero se expone entre los picadores, pues de ellos derivan.
espiritrompa (Esp), los palpos labiales (Lbp) y otras partes de la cabeza. (Pons y Eizaguirre, 1996).
Generalidades de los aparatos bucales picadores-chupadores.
Su diversidad
Los aparatos bucales picadores-chupadores son considerablemente variados
en forma y funcionamiento y filogenéticamente diversos. Presentan, sin
embargo, algunas características comunes. A saber:
1. La
existencia de un tubo formado por el labio, o el labro y el labio,
normalmente, dentro del que se encuentran los estiletes, de existir.
2. La
diferenciación de algunas formaciones prebucales y de mandíbulas y
maxilas (no todas siempre) como estiletes punzantes o lacerantes o
cortantes.
3. La delimitación de los conductos, uno de inyección de saliva y otro de succión de alimento (raramente coinciden).
4. La tendencia a la disminución del número de palpos, de su tamaño y el de sus artejos
La más amplia
variación de ellos la encontramos entre los dípteros. En este orden el
plan básico lo encontramos en los nematóceros, así, en concreto el de
los culícidos consta de una trompa carnosa, unos estiletes y un par de
palpos. La trompa está constituida por el labio, grueso y ligeramente
abarquillado, cerrado parcialmente por delante por el labro-epifaringe;
su ápice está ensanchado y recorrido por finos surcos, que convergen al
canal de succión y permiten la recogida de líquidos, son las labelas (en
plural, pues esa zona terminal del labio, quizás equivalente a los
lóbulos distales, es pareada). Los estiletes son seis, dos parejas y
otros dos impares; aquellos son los mandibulares y los maxilares (las
lacinias modificadas, las galeas desaparecen), los impares son: el
labro-epifaringe y el estilete salivar; el labro-epifaringe está
abarquillado, con la concavidad contra el labio y actúa como conducto de
succión; el estilete salivar es usualmente denominado de forma
incorrecta “hipofaríngeo”, no es tal pues de serlo las glándulas
salivares deberían abrirse en posición posteroventral a él y no en su
extremo, el estilete es por lo tanto una diferenciación del brocal de la
abertura salivar; ni que decir tiene que el conducto interno del
estilete inyecta saliva, que tiene una composición adecuada para
mantener la fluidez del líquido que succionan. Los palpos son los
maxilares.
En los
tabánidos el aparato suele ser denominado cortador-chupador. La trompa,
al igual que los estiletes, es más corta y robusta; los estiletes son de
extremos cortantes, a modo de lancetas y se limitan a rasgar la
epidermis, no a introducirse a través de ella, como lo de los Culícidos.
El aparato
chupador de las moscas está reducido a la trompa, gruesa y protráctil,
por el juego de zonas membranosas y esclerotizadas procedentes de las
maxilas, y a las piezas epifaríngea y salivar, que no llamamos aquí
estiletes, pues no salen de la trompa y no son en absoluto punzantes,
limitándose a determinar los conductos alimentario (externo a la pieza
epifaríngea) y salivar (interno a la pieza que lleva su nombre). A ello
hay que añadir que las labelas están muy desarrolladas, en correlación
al hecho de que todo el alimento a tomar es líquido libre y por ello más
difícil de succionar que el interno. Este tipo de aparato permite no
sólo la ingestión de sustancias líquidas, sino también de partículas
sólidas, tras su disolución en la saliva que el insecto segrega.
En los
Stomoxynae (Stomoxys, Hippobosca, Glossina) la trompa es rígida y de
labelas endurecidas y cortantes; de los antiguos estiletes sólo se
mantiene el epifaríngeo, que cierra el amplio abarquillamiento del
labio, formando un amplio canal de succión y en su caso el salivar. No
se produce punzamiento, sino solamente laceración epidérmica, tras la
cual fluye sangre, que es succionada. Los otros seis tipos de aparatos
picadores que vamos a considerar pertenecen a otros tantos órdenes y dos
de ellos, los de las larvas de Neurópteros y Ditíscidos (Coleoptera) se
separan en sus características totalmente de los generales señaladas
con anterioridad. En los Sifonápteros adultos (las larvas poseen aparato
bucal masticador) el labro forma junto con un par de cortas láminas de
posición lateral, la envuelta de un par de estiletes maxilares y de un
estilete epifaríngeo; los primeros son muy móviles y acanalados, de tal
forma que al engrosarse delimitan el conducto salivar; el
labro-epifaringe parece actuar como tubo de succión y además como órgano
sensorial y de sostén. Los palpos, de cuatro artejos, son maxilares. En
los Anopluros (Phthyraptera) las piezas bucales son retráctiles en la
cabeza y los estiletes son difíciles de homologar; sin entrar en
discusiones al respecto podemos denominar a esos estiletes ventral, que
es el guía, medio, de inyección de saliva, y dorsales, dos, que
configuran el conducto de succión. En los Tisanópteros existe un aparato
bucal picador totalmente asimétrico. Las paraglosas, separadas, y el
alaglosa, constituyen la funda guía de los estiletes, cerrándose el tubo
por el labro-epifarínge; el estilete hipofaríngeo, con el conducto
salivar, se alberga en el surco esclerotizado del alaglosa; sólo hay un
estilete mandibular y los dos estiletes maxilares configuran el conducto
alimentario. Los Tisanópteros poseen bien desarrolladas las bombas
salivar y prefaríngea. En los hemipteroides (órdenes Hemiptera y
Homoptera) la especialización es extrema, no hay palpos en absoluto y no
hay estiletes diferenciados de formaciones de la cavidad preoral. El
rostro, que así se llama el tubo guía en este caso, está formado por el
labio, con varios artejos, muy acanalado y sólo en la parte basal la
hendidura del rostro está recubierta por el labro, que es triangular
alargado. Los estiletes son cuatro, dos mandibulares externos y dos
maxilares internos, que coaptados delimitan dos conductos, el
alimentario y salivar. Poseen estos insectos desarrolladas bombas
salivar y prefaríngea, precisamente los abundantes músculos extrínsecos
prefaríngeos determinan el desarrollo hemiglobuloso del clípeo. Como ya
se dijo anteriormente los aparatos picadores-chupadores de larvas de
Neurópteros y Ditíscidos son de otro tipo, totalmente distinto, y no
comparten con los anteriores las características generales formuladas al
comienzo de este apartado. En ambos casos el labio no está modificado,
si bien es de pequeño tamaño, y la abertura bucal es muy pequeña. Las
larvas de Ditíscidos poseen mandíbulas grandes y falciformes,
internamente acanaladas desde el ápice hasta el borde interno de la base
(esta abertura es inmediata a la boca). En las larvas de Neurópteros
las mandíbulas tienen un aspecto semejante a las del caso anterior y las
lacinias son también alargadas y falciformes; ambas poseen un surco
desde el ápice a la base, y adaptándose mandíbula a maxila los surcos
coinciden y se delimita un tubo, abierto en el ápice e internamente
cerca de la base. En ambos casos para alimentarse la larva pinza a la
pieza, perforando sus tegumentos, succionando los líquidos internos, e
incluso liberando enzimas gástricas por los conductos descritos y
succionando los jugos resultantes de su acción.
http://ocwus.us.es/produccion-vegetal/sanidad-vegetal/Sanidad_vegetal/Tema%202_HTML/page_08.htm/
Mandíbulas y sus modificaciones dependiendo de los órdenes
•Órdenes de Apterigotos endognáticos
Oligoentomata: los Colémbolos
Las piezas
bucales se encuentran escondidas en una bolsa cefálica, originada por
crecimiento de las zonas ventrolaterales de la cápsula cefálica, a veces
fusionadas al labro y al labio. Son realmente del tipo masticador con
mandíbulas monocóndilas y lóbulos distales de maxilas y labio
generalmente cortos. En muchas especies, Neanuridae por ejemplo, están
modificadas como órganos picadores-chupadores, formando el tubo, el
labio y el labro, modificándose mandíbulas y maxilas en estiletes.
Myrientomata: los Proturos
Las piezas
bucales están encerradas en una bolsa cefálica de organización similar a
la de los Colémbolos, pero constituyen un aparato picador-suctor, con
mandíbulas estiliformes, maxilas de lacinias punzantes, y con galea y
palpo; el labio no está modificado especialmente, si bien es alargados y
con formaciones distales cortas.
Diplurata: los Dipluros
Las piezas
bucales son masticadoras y de aspecto generalizado, con mandíbulas
monocóndilas y formaciones distales del labio cortas; se encuentra en el
interior de una bolsa cefálica de configuración semejante de
configuración semejante a la de los Colémbolos, aunque quizás de origen
diferente, como ya hemos tratado. También en este orden se discute la
naturaleza cuticular del pequeño tentorio posterior, al tiempo que se
reconoce la tendinosa de las barras mandibular maxilar.
•Órdenes de Apterigotos ectognáticos y Paleópteros
Microcorifios
Las piezas
bucales son de tipo masticador y, además de la naturaleza monocóndila de
la mandíbula, de ellas merece destacarse lo siguiente: en las
mandíbulas, la nítida separación entre las áreas molar e incisiva; en
las maxilas la presencia de siete artejos en el palpo, cinco de ellos
(los proximales) con musculatura intrínseca; y en el labio la apariencia
pareada del prementón.
Los Arqueognatos
Las piezas
bucales son masticadoras y de organización generalizada. Los palpos
maxilares poseen normalmente cinco artejos, y hay especies con seis,
siendo en general de tamaño muy apreciable; los palpos labiales son
considerablemente más cortos y constan de cuatro artejos.
Odonatos
Las piezas
bucales son de tipo masticador, con algunas peculiaridades. Las maxilas
presentan lacinia y galea fusionadas, la pieza resultante es llamada por
algunos autores “mala” y posee en su borde interno agudos dientes
espiniformes. El labio es muy diferente en adultos y en ninfas. En los
adultos las glosas y paraglosas están fusionadas en una totoglosa
ligeramente bilobada (salvo en Hemiphlebia, que sería la representación
del plan original), formando la llamada “lámina media”. Las llamadas
“láminas laterales”, más o menos anchas y desarrolladas, son los palpos
modificados; terminan típicamente en una formación quelada, con
desarrollo variable según los géneros. El labio de las ninfas es llamado
máscaras, pues recubre ampliamente la cara ventral de la cabeza cuando
está contraído, y se extiende sobrepasa el doble de la longitud de la
cabeza; ello se debe al enorme desarrollo de la parte basal del labio,
prementón y mentón, el lóbulo medio esta poco desarrollado y, en cambio,
los lóbulos laterales están bien desarrollados y la pinza palpar bien
organizada y con dedo móvil acerado. Es el órgano cazador de las ninfas;
se despliega en los anisópteros, que disponen de un diafragma
abdominal, por inyección de hemolinfa y se dobla por contracción de
músculos retractores.
Efemerópteros
Las piezas
bucales de las ninfas son de tipo masticador, con mandíbulas típicamente
robustas, con zonas molar e incisiva; como ya sabemos están
hipertrofiadas en las de tipo excavador. Las maxilas son características
por la reunión en un solo lóbulo de lacinia y galea y por el palpo, de
tres artejos. Algunas ninfas de efímeras, como las de Arthroplea, por
ejemplo, tienen las mandíbulas reducidas, debido a su régimen filtrador,
capturando pequeñas partículas suspendidas entre las setas de los
palpos y la parte proximal del labio.
•Órdenes de Ortopteroides
Plecópteros
Las piezas
bucales son de tipo masticador, con mandíbulas más o menos reducidas. El
labio presenta un submentón muy desarrollado que ocupa ampliamente la
cara ventral de la cabeza; las glosas y paraglosas se mantienen
individualizadas y los palpos son de longitud muy variable.
Embiópteros
Las piezas
bucales son típicamente masticadoras, debemos destacar que las glosas
son muy pequeñas en comparación con las paraglosas.
Fásmidos
Las piezas bucales son típicamente masticadoras.
Ortópteros
El aparato
bucal es de tipo masticador típico, con mandíbulas que revelan su
régimen vegetariano y labio de paraglosas mucho más desarrolladas que
las glosas; poseen hipofaringe más o menos desarrollada.
Notópteros
Su aparato bucal recuerda considerablemente al de los ortópteros, salvo en las mandíbulas, que evidencian hábitos carnívoros.
Dermápteros
Las piezas
bucales son de tipo masticador, aunque las mandíbulas carecen de lóbulo
molar; el labio es característico por su parte proximal de sólo dos
piezas, con el prementón dividido longitudinalmente por un surco bien
marcado y su parte distal de sólo dos lóbulos (posiblemente las
paraglosas).
Dictiópteros
El aparato
bucal es típicamente masticador, con hipofaringe muy desarrollada. Es de
destacar la subdivisión de los artejos maxilares, se divide en dos el
cardo y el estipe diferencia de una parte una subgalea y de otra un
palpífero.
Isópteros
Las piezas
bucales (con hipofaringe) de tipo masticador generalizado, con galea
segmentada y una denominada gula (mentón en el labio); merece destacarse
el desarrollo inusitado de las mandíbulas en la casta de los soldados
(salvo en Nasutitermes), que utilizan como órganos defensivos. Los
soldados de Nasutitermes y otros géneros, llamados narigudos, poseen
mandíbulas vestigiales y en cambio presentan un desarrollado saliente
cónico curvado de la zona frontal, en cuyo extremo se abre una
hipertrofiada glándula frontal.
Zorápteros
Las piezas bucales son masticadoras típicas y poseen hipofaringe bien desarrollada.
•Órdenes de Psocopteroides y Hemipteroides
Psocopteroides
Las piezas
bucales son típicamente masticadoras, si bien con algunas
peculiaridades. Las mandíbulas son típicamente asimétricas y el labio es
corto y ancho, con palpos de dos artejos; las maxilas se encuentran más
modificadas; carecen de cardo, la galea es carnosa y más o menos
gruesa, la lacinia es alargada, dentada distalmente y profundamente
invaginadas en la cápsula cefálica, y el palpo consta de cuatro artejos.
Ftirápteros
Los Anopluros
poseen un aparato bucal picador-chupador. Los malófagos poseen aparato
bucal masticador, con un epifaringe similar a la de los Psocópteros,
incluso con un sitóforo, aunque no está desarrollado el esclerito
cibarial antagonista; las mandíbulas presentan lóbulos incisivos y
molares bien desarrollados; las maxilas carecen de lacinia y los palpos,
de cuatro artejos, sólo se presentan en Amblycera; el labio es
cuadrangular, con palpos papiliformes (Amblycera) o sin ellos
(Ischnocera) con paraglosas muy poco desarrolladas y sin glosas. En los
Rhyncophthirina maxilas y labio están reducidos.
Homópteros
El número de
artejos rostrales varía de uno a cuatro; su tamaño es variable, pasa del
extremo posterior del cuerpo cuando se halla en reposo bajo él en
muchos pulgones: Stomaphis y algunas especies de Cinara, por ejemplo, o
es un simple muñón en la mayoría de los cóccidos; en la mayoría de los
grupos los estiletes no son más largos que el rostro y en reposo se
hallan en el surco de aquel, pero en psíllidos, aleiródidos y cóccidos
son considerablemente más largos, y para alojar sus partes proximal y en
ocasiones la media se diferencia una bolsa denominada “crumena”, muy
desarrollada en los cóccidos. Las inserciones de los estiletes
mandibulares y maxilares se hallan ocultas por unas expansiones
laterales de la cápsula craneal, las llamadas respectivamente láminas
mandibulares y maxilares (más desarrolladas en Cóccidos); estas láminas
también existen en los Hemípteros con un considerable desarrollo.
Hemípteros
El aparato bucal es semejante en todo al de los Homópteros.
Tisanópteros
•Órdenes Neuropteroides, Coleopteroides e Himenopteroides
Megalópteros
Poseen
mandíbulas bien desarrolladas y funcionales, salvo en los Corydalidae
machos, adultos, en los que son largas y falciformes. Maxilas y labio
típicos.
Rafidiópteros
Piezas bucales
de tipo masticador típicas, con la salvedad de la reducción manifiesta e
incluso total de los lóbulos distales del labio.
Neurópteros
Poseen piezas
bucales masticadores típicas, salvo por la ausencia de lóbulos distales
en el labio, cuyas partes proximales son de homología discutida.
Coleópteros
El aparato
bucal es masticador. La mandíbula primitiva de los coleópteros consta de
una desarrollada zona molar, un extremo incisivo muy protuberante, con
un fuerte diente basal, que está muy desarrollado en los Adéfagos y un
puntiagudo diente premolar, acerado, entre ambas zonas. El diente
premolar tiende a desparecer y las zonas molar e incisiva presentan un
desarrollo variable según los casos y en correlación con el régimen
alimentario; por último hay que hacer notar la hipertelia que presentan
en algunos casos, sobre todo en los machos. De las maxilas es destacable
el aspecto palmiforme de la galea en los Adéfagos y la modificación de
la de algunos meloideos florícolas, que presentan especializadas galeas y
lacinias soldadas en una única formación, que conforman con las del
otro par una trompa lamedora-suctora.
Estrepsípteros
Las piezas
bucales están atrofiadas en grado variable, con mandíbulas laminares,
maxilas palpiformes y labio prácticamente inexistente.
Himenópteros
Las piezas
bucales, variables según las familias, son masticadoras modificadas o
masticadoras-lamedoras, con reducción o simplificación en algunas
especies que son parasitoides durante su fase larvaria.
•Órdenes Mecopteroides
Mecópteros
Las mandíbulas
son pequeñas y falciformes, faltando (o casi) en los Nannochoristidae
(en esta familia el aparato bucal puede considerarse chupador). Las
maxilas tienen un desarrollado estipe, que colabora en la formación del
rostro, y lacinia y galea terminadas frecuentemente por una brocha de
setas más o menos rígidas. El labio se presenta igualmente alargado en
su parte basal, con amplias zonas membranosas, siendo dificultosa la
homologación de las piezas esclerotizadas. En Boreus maxilas y labio
están soldados y en Bittacidae están excepcionalmente alargados y son
suctores.
Tricópteros
Las larvas
poseen aparato bucal masticador y son de muy variado régimen
alimenticio; los adultos tienen las mandíbulas más o menos reducidas y
el labio y las maxilas forman un cono suctor.
Lepidópteros
Las
mandíbulas son robustas y están movidas por desarrollados músculos
aductores y pequeños abductores. Las maxilas y el labio están
parcialmente fusionados, y también con la hipofaringe. En conjunto son
pequeñas y están algo modificadas, es notable al respecto la reducción
de la lacinia y la de los lóbulos distales del labio, diferenciándose
una hilera, en cuyo ápice desembocan los conductos de las glándulas de
la seda, y cuya homologación se discute.
Los Dípteros
Las piezas bucales se conforman en aparatos bucales suctores de diverso tipo.
Las piezas
bucales en las larvas de los Nematóceros son de tipo masticador, algo
modificado: las maxilas son unilobuladas distalmente y con palpo corto y
el labio está poco diferenciado. Son semejantes las de los Braquíceros.
En los Nematóceros eucéfalos se produce la diferenciación de unas
denominadas “premandíbulas” en el labro, que son móviles y pueden tener
formas variadas y en algunos casos llevar brochas de setas, con función
filtradora. En cambio las piezas bucales están marcadamente modificadas
en las larvas acéfalas de los Ciclorrafos en correlación con la
inexistencia de cápsula cefálica. Los palpos maxilares y labiales están
reducidos a papilas y las mandíbulas son unguiliformes y están
articuladas a un esclerito hipostomal o intermedial, a su vez articulado
en una pieza basal o faríngea; existiendo además otros pequeños
escleritos accesorios; el conjunto presenta variaciones correlacionables
con el tipo de alimento que la larva ingiere normalmente.
BIBLIOGRAFÍA
• Nieto Nafría, Juan Manuel,
Tratado de entomología, Barcelona : Omega, 1985
• Michael Chinery, Guía de los Insectos de Europa (3º Edición), Barcelona Omega, 2001
• R.F. Chapman, The Insects, structure and Function (4º Edición), Cambridge : University Press, 2007
• V.B. Wigglesworth, The Principles of Insect Physiology (7º Edición), London: Chapman and Hall, 1977
GLOSARIO
1-AMETÁBOLOS:
Dícese de los insectos que se desarrollan sin metamorfosis; crecimiento
gradual donde los estados juveniles son semejantes al adulto.
2-APODEMA: Son invaginaciones del tegumento donde se insertan los músculos. Los apodemas se disponen metaméricamente y su forma es variable. El conjunto de apodemas constituyen el esqueleto interno.
3-ÁPTERO: Sin alas.
4-ARTEJO: Cualquier pieza o segmento que forme parte de un apéndice.
5-ARTRÓPODOS:
Filo del reino Animal caracterizado por presentar un exoesqueleto
quitinoso, patas articuladas y el cuerpo dividido en 2 o 3 tagmas.
6-CAPULLO:
Cubierta protectora de los insectos, habitualmente presente en la fase
de pupa o, de manera menos frecuente, en los huevos de algunos
invertebrados. Los de insecto están compuestos sobre todo de seda. El
capullo de la pupa es obra de la larva de un insecto, y el capullo de
los huevos es obra del invertebrado ponedor.
7-CEFALOTÓRAX: Parte del cuerpo de los crustáceos y quelicerados (Artrópodos) resultado de la unión de la cabeza y el tórax.
8-CIBARIO: Espacio preoral entre el clípeo y la base de la hipofaringe.
9-CLOACA:
Cavidad que se abre al exterior, situada en la parte final del tracto
digestivo donde confluyen los conductos finales de los aparatos urinario
y reproductor.
10-CÓNDILO: Cualquier proceso por medio del cual un apéndice está articulado a una cavidad corporal. Puntos de articulación.
11-CUTÍCULA: Capa
no celular que recubre al animal. En los artrópodos las células
epidérmicas segregan una sustancia, principalmente quitina, que forma
una estructura dura y resistente cuya función es de protección y es la
zona de anclaje de los músculos.
12-ECTOGNATO:
Cuando las piezas bucales no están escondidas bajo ningún repliegue de
la cabeza. Son todos los órdenes de insectos excepto los colémbolos,
proturos y dipluros.
13-ECTOPARÁSITO: Parásito que vive en el exterior de su hospedador.
14-ENDOPARÁSITO: Parásito que vive en el interior de su hospedador.
15-ENDOPTERIGOTA: Superorden que incluye a los insectos con metamorfosis completa.
16-ENTOMOLOGÍA: Rama de la Zoología que se ocupa de los insectos y también de los otros grupos de artrópodos.
17-ESCLERITOS: Nombre que se utiliza para designar las piezas duras diferenciadas en el cuerpo de los insectos.
18-ESTILETE:
Cada una de las dos maxilas como punzones, en el aparato bucal de
thysanoptera. En insectos picadores, cada una de las cerdas maxilares.
19-ESTIPES (pl. estipites): Segmento medio de la maxila.
20-ESTOMODEO: Parte anterior del intestino, revestida con cutícula y formado por la boca, la faringe, el esófago, el buche y la molleja.
21-EXODOPTERIGOTA: Cualquier insecto con metamorfosis incompleta.
22-EXOESQUELETO:
Esqueleto externo. Propio de los animales invertebrados. En este caso,
el esqueleto puede estar hecho de carbonato cálcico como en moluscos y
equinodermos o de quitina como en los artrópodos.
23-GALEA:
El lóbulo externo de la maxila, lo más común es que esté doblemente
articulado, a menudo como una caperuza, sujeto a grandes modificaciones
en Hymenoptera y Diptera.
24-GLOSA: Lóbulos distales del labio; lengua.
25-HÁBITAT: Lugar donde un organismo vive.
26-HIPOFARINGE: Lóbulo medio presente en la cavidad preoral, como lengua corta.
27-HOLOTIPO:
Un único espécimen tipo designado como el portador del nombre de una
especie o subespecie cuando fue establecida, o el espécimen único en el
que un taxón fue basado cuando no se especificó tipo.
28-LABELA: Lóbulo distal del labio en algunos Diptera.
29-LABRO O LABRUM: El labio superior, a continuación del clípeo en el frente de la boca.
30-LACINIA: Lóbulo distal interno de la maxila.
31-LARVA:
Fase juvenil de los insectos que tienen desarrollo indirecto, con
metamorfosis y que es distinta al adulto en cuanto a anatomía,
fisiología y ecología.
32-LÍGULA: Conjunto de glosas y paraglosas.
33-MAXILA:
Están inmediatamente después de las mandíbulas. Suelen estar formadas
por una pieza basal llamada cardo, un estipe (del que sale el palpo
maxilar con 4 segmentos), la galea y la lacinia. Las maxilas cooperan
con las mandíbulas para agarrar y trocear el alimento.
34-METAMORFOSIS: Proceso
por el cual un animal se desarrolla desde su nacimiento hasta la
madurez por medio de grandes y abruptos cambios estructurales y
fisiológicos. Hay cambios de tamaño, un aumento del número de células y
cambios de diferenciación celular. Muchos insectos, anfibios, moluscos, crustáceos, cnidarios, equinodermos y tunicados la sufren.
35-MESENTERON: Intestino medio, secretor y absorbente, de origen endodérmico.
36-METAMERÍA:
Repetición a lo largo del eje longitudinal del organismo de unos
segmentos, llamados metámeros, que inicialmente son idénticos unos a
otros.
37-MONOFILÉTICO: En filogenia, un grupo es monofilético si Incluye al ancestro común más reciente del grupo y a todos sus descendientes.
38-OCELO:
Órgano visual unifacetado, ojo simple. Su ubicación es lateral en
larvas, centrofrontal en adultos, y en grupos laterales en Colémbolos.
39-PALPO: Apéndice par sensorial compuesto de uno a siete artejos.
40-PARAFILÉTICO: En filogenia un grupo es parafilético cuando Incluye al ancestro común más reciente del grupo, pero no a todos los descendientes de este.
41-PARTENOGENESIS: Desarrollo del huevo sin fertilización, resultando un individuo haploide.
42-POLIFILÉTICO: En filogenia se llama polifilético a aquel grupo que no incluye al antepasado común más reciente de todos sus miembros.
43-PROBOSCIDE O PROBOSCIS: Cualquier estructura bucal alargada que sirve para picar y/o succionar.
44-PROCTODEO: Intestino posterior revestido de cutícula.
45-PTERYGOTA: Grupo de insectos alados o secundariamente ápteros.
46-SAPRÓFAGO: Que se alimenta de materia muerta o en descomposición, de procedencia vegetal o animal.
47-SIRINGE: Estructura hipofaríngea inyectora de saliva en hemipteroides
48-TAGMAS: En Artrópodos es la diferenciación de regiones del cuerpo.
49-TRÁQUEA: Tubos respiratorios de origen ectodérmico en insectos.
50-TÓRAX:
En Artrópodos, es el tagma situado entre la cabeza y el abdomen. Se
aplica a Crustáceos y a Insectos, aunque no son tagmas homólogos.