ARRECIFES DE CORAL: FORMACIÓN Y AMENAZAS


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INTRODUCCIÓN

Los arrecifes de coral son estructuras de gran importancia en el medio marino tanto desde el punto de vista ecológico como geográfico, así como la comunidad vital más próspera que se conoce. Conforman todo un ecosistema, dado que en él habitan diversos seres vivos entre los que se dan relaciones interespecíficas muy estrechas dentro de la estructura calcárea. Gracias a estas relaciones es posible el desarrollo de una comunidad muy compleja y delicada que perdura en el tiempo de forma casi indefinida. Las especies básicas de estas comunidades son los corales, pero están compuestos por millones de criaturas pertenecientes a varios grupos vegetales y animales.

* Orden jerárquico de los taxones: Filo > Clase > Orden > Familia > Género > Especie
* Pincha en los nombres de las especies para ver una foto o un vídeo.



TIPOS ESTRUCTURALES


Existen tres tipos principales de estructuras coralinas dependiendo del sustrato subyacente sobre el que se forma el arrecife:


· Los arrecifes festoneados, también denominados periféricos o costeros, son el tipo de arrecife más común. Se encuentran rodeando islas o bordeando algunas masas continentales, proyectándose hacia el mar directamente desde las playas.


Perfil de un arrecife festoneado. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Perfil de un arrecife festoneado. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.

Vista de la superficie de un arrecife en Las Seychelles. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Vista de la superficie de un arrecife en Las Seychelles. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.

· Las plataformas de arrecifes de barrera, como la Gran Barrera de Arrecifes de Australia (otra foto), se encuentran separadas de la masa terrestre adyacente por medio de una laguna.

· Los atolones, muy numerosos en el Indopacífico (más de 300), se localizan en las cimas de volcanes sumergidos. Su forma suele ser circular con una laguna central. De manera esporádica se forman islas debido a la emersión de algunas zonas del arrecife.

Esquema de un atolón. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Esquema de un atolón. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.



Evolución en la creación de un atolón (arriba estado inicial, abajo estado final). Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Evolución en la creación de un atolón (arriba estado inicial, abajo estado final). Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.

Hay algunas estructuras recifales que no responden a ninguna de estas estructuras, como son los arrecifes tabulares y los aislados. Los primeros se encuentran en mar abierto, carecen de laguna o islas centrales y son de pequeño tamaño. Los aislados, igualmente de menor tamaño, son arrecifes circulares que pueden hallarse bien en el interior o bien en la base de lagunas situadas por detrás de arrecifes de barrera.



El perfil del arrecife viene descrito por la zona que da a mar abierto, denominada frente o talud frontal. Ésta a su vez puede presentar diferentes conformaciones: suele partir de una cresta cercana a la superficie del agua y avanzar hasta grandes profundidades (ver el esquema del perfil de un arrecife festoneado). No obstante, la pendiente del frente puede ir de suave a pronunciada o estar interrumpida de manera abrupta por una terraza. A veces, la zona inferior forma un muro vertical llamado precipicio. Además, el frente recifal no es un bloque uniforme, sino que está compuesto por zonas de coral salientes cuyos huecos están rellenos de arena. Esta conformación se denomina espuela y ayuda a dispersar la fuerza que ejercen las olas sobre el talud frontal.


La zona opuesta al frente se llama plataforma o arrecife posterior y puede ser bastante corta o extenderse a lo largo de cientos de metros. Cuando son extensas suelen verse interrumpidas por canales.



NECESIDADES AMBIENTALES Y DISTRIBUCIÓN

Tabla que muestra la diversidad de especies teniendo en cuenta todos los factores mencionados. Este caso concreto es el del Atolón de Bikini, en Islas Marshall. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Tabla que muestra la diversidad de especies teniendo en cuenta todos los factores mencionados. Este caso concreto es el del Atolón de Bikini, en Islas Marshall. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.



Habitualmente, la mayor tasa de proliferación de los arrecifes de coral se da en zonas de aguas cristalinas conocidas como desiertos marinos, cuya productividad es relativamente baja. En éstos, la cantidad de materia suspendida es escasa, pero, paradójicamente, los arrecifes son comunidades muy productivas. Esto se debe a que los corales, organismos bentónicos, se encuentran asociados con unas algas fotosintéticas llamadas zooxantelas (que trataremos con mayor profundidad más adelante), las cuales proporcionan al arrecife tal cantidad de energía que se les considera autótrofos. Sin embargo, las zooxantelas no suministran toda la energía necesaria para la vida del arrecife, por lo que también aprovechan el escaso plancton (en comparación con otras zonas) que se encuentra a su alrededor. Parte de este plancton se acumula sobre la plataforma recifal, donde se recicla en vez de perderse en el fondo a causa de la precipitación. Por tanto, la plataforma actúa como una trampa de captura de energía y nutrientes. Este sistema de obtención de energía va a acotar los límites en la distribución de los arrecifes de coral según las condiciones ambientales.


Como organismo fotosintético, las zooxantelas necesitan luz para producir energía. Por tanto, la distribución vertical de los corales vivos está limitada por la profundidad de penetración de la luz (en torno a los 60m). Más allá de esta zona fótica, se produce el blanqueamiento del coral debido a la pérdida de las zooxantelas.

Además, la presencia de arrecifes está condicionada por la temperatura, cuyo punto óptimo se encuentra entre los 26-27ºC y no debe ser inferior a 20ºC. Debido a estos factores, los arrecifes se localizan en mares tropicales y semitropicales, es decir, en el Caribe, el océano Índico y el Pacífico tropical. Tan alta es la sensibilidad a la temperatura, que la diversidad disminuye considerablemente conforme nos alejamos del ecuador. La zona más distante en la que se han hallado arrecifes es en Las Bermudas, gracias a que se encuentra en la ruta de una corriente cálida que asciende desde el sur. Sin embargo, ciertas especies más delicadas, como por los corales pertenecientes al género Acropora, no están allí presentes debido al descenso de la temperatura del agua en invierno.




En gran parte del océano Atlántico los arrecifes se encuentran prácticamente ausentes como consecuencia de la turbidez del agua. Esto es debido principalmente a la desembocadura de ríos que depositan sedimentos en el mar, como ocurre con el Amazonas -entre otros ríos- en la costa este de América del Sur y en la costa occidental de África, donde además la temperatura es mucho menor debido a corrientes de agua fría que se desplazan hacia el norte.

En el mapa se muestra la distribución de los arrecifes de coral (áreas sombreadas). Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
En el mapa se muestra la distribución de los arrecifes de coral (áreas sombreadas). Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.



Por tanto, la distribución de los arrecifes de coral se va a ver determinada por los parámetros anteriormente expuestos: profundidad, turbidez y temperatura, así como las condiciones que derivan de ellos.



FORMACIÓN


Los arrecifes de coral se forman por la secreción de carbonato cálcico (CaCO3), principalmente por parte de los madreporarios, originando estructuras sólidas que se extienden kilómetros a lo largo del fondo marino. La construcción del arrecife es posible gracias a la capacidad que tienen los pólipos de extraer compuestos con calcio, como sales, del medio marino. Posteriormente, el carbonato cálcico se deposita en formas cristalinas.

Los madreporarios utilizan las sales de calcio y secretan el carbonato cálcico (sobre todo en forma de aragonito) a través de la epidermis. Cuando un pólipo se fija al sustrato apropiado, comienza a secretar una base calcárea que se convertirá en la placa basal. Esta placa se irá desarrollando paulatinamente, creciendo tanto en altura como en anchura, formando una teca tubular que presenta prolongaciones verticales en el interior. Desarrollan tabiques que reciben el nombre de escleroseptos, los cuales se disponen de manera alterna con los septos mesentéricos. Desde las paredes de la teca pueden nacer tabiques que se denominan costillas.

En el caso de los octocorales coloniales, los cristales de calcita son secretados por células especiales, denominadas escleroblastos, que forman parte de la mesoglea. Éstos pueden secretar un exoesqueleto de distinta naturaleza (calcárea, córnea o de ambos tipos) dependiendo del grupo.

Las zooxantelas, con las que los pólipos se encuentran en simbiosis, facilitan y aceleran el metabolismo del calcio debido a la absorción de CO2 del medio:

Ca(HCO3)2 = CaCO3 + H2O + CO2 El bicarbonato cálcico se encuentra en equilibrio con su forma disociada: carbonato cálcico, agua y dióxido de carbono. Las zooxantelas eliminan del medio el CO2, desplazando el equilibrio hacia la derecha y formándose más CaCO3.

En los arrecifes, sólo la zona superficial alberga pólipos vivos. Esto es debido a diversos sucesos que se produjeron a lo largo de la vida del arrecife. El descongelamiento de los glaciares y el consecuente incremento del nivel del mar hasta el actual comenzaron hace aproximadamente 18000 años, durante la Transgresión del Holoceno. El crecimiento vertical de los arrecifes era más lento que el crecimiento del nivel del mar, por lo que fueron abandonando la zona fótica. Tras morir los pólipos y restaurarse el nivel del mar, los corales volvieron a proliferar sobre la estructura calcárea que dejaron los pólipos anteriores. Durante el último periodo glacial, el Pleistoceno, el nivel del mar descendió, por lo que algunas regiones costeras que actualmente están cubiertas por agua quedaron expuestas. Las islas eran más grandes o estaban unidas a los continentes, y algunas plataformas sumergidas quedaron fuera del agua.

Gráfica que muestra los cambios en el nivel del mar a lo largo de la Historia. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.
Gráfica que muestra los cambios en el nivel del mar a lo largo de la Historia. Modificado de: Ruppert Barnes, Zoología de los invertebrados. 6ª Edición.

Actualmente, la formación de los arrecifes puede separarse en distintas fases, unas destructivas y otras constructivas. Los corales duros y los grandes esqueletos de otros organismos son el material básico sobre el que se va a construir el arrecife. A veces, la fase destructiva comienza incluso antes de la muerte de los pólipos. Las superficies de coral que se encuentran expuestas son atacadas por los organismos horadadores, sobre todo esponjas (incrustantes) y bivalvos. Los corales vivos son atacados por debajo; esto puede ocasionar que se desprendan formaciones cupulares. Cuando muere la colonia, el esqueleto de carbonato cálcico se plaga de organismos horadadores. Al final, el arrecife se fragmenta. Las superficies profundas que han quedado expuestas pueden ser colonizadas más tarde por otros organismos; algunos de éstos depositarán carbonato cálcico.

La duración de esta fase destructiva depende de la acumulación de los materiales finos desprendidos por los horadadores. Este material se va acumulando hasta que los horadadores se colapsan debido a sus propios detritos y se suspende la fragmentación. Estos fragmentos, junto con esqueletos finos y pequeñas conchas de organismos, van a parar a las grietas y agujeros, rellenando espacios. Si se extrae una muestra de un arrecife vivo se aprecian las fases de la formación.

El crecimiento vertical está limitado por la luz y la profundidad del agua. Además, las partes más bajas están por debajo de la zona fótica, por lo que este tipo de crecimiento es resultado de cambios en el nivel del mar o del hundimiento del sustrato. Prácticamente todos los arrecifes modernos presentan señales de crecimiento asociado con el aumento del nivel del mar.

Los arrecifes cercanos a la costa la protegen de la erosión causada por el embiste de las olas, que influye notoriamente en la morfología del arrecife.

Los arrecifes de coral están formados por animales del filo Cnidaria, principalmente de la clase Anthozoa. De este grupo, los más representativos son los del orden Scleractinia, comúnmente denominados madreporarios, de la subclase Hexacorallia. Éstos son los que secretan el carbonato cálcico y se encuentran asociados con las zooxantelas. Debido a esta simbiosis característica se les denomina corales hermatípicos. Los corales ahermatípicos no forman arrecifes, por lo que no van a ser tratados en este trabajo. Otros antozoos, los de la subclase Octocorallia, se encuentran presentes en los arrecifes en menor proporción, y sólo algunos organismos concretos: el coral azul - Heliopora coerulea -, el coral tubo de órgano - Tubipora música-, el coral bambú - Keratoisis sp.- y el coral rojo - Corallium rubrum-, todos ellos del orden Alcyonacea. Dentro de la clase Hydrozoa, sólo los componentes de la familia Milleporidae y los de la familia Stylasteridae, todos comúnmente denominados hidrocorales, forman parte de los arrecifes. Secretan carbonato cálcico y dentro de la familia Milleporidae destacan los corales de fuego, que deben su nombre a la gran capacidad urticante que poseen.



ASOCIACIONES CON OTROS ORGANISMOS


Algas

La asociación más importante en los arrecifes de coral es la simbiosis que se da entre los pólipos y las zooxantelas, cromalveolados dinoflagelados, como se ha mencionado anteriormente. Se encuentran en una proporción de 30.000 ejemplares por mm3 de tejido vivo del coral. Éste recibe un aporte extra de energía, obtenida mediante la fotosíntesis por las zooxantelas. Además, contribuyen a la sedimentación del carbonato cálcico (ver Formación). Los corales aportan a estas algas nitratos y fósforo. La unión de ambos organismos se produce durante el periodo larvario, que es planctotrófico, del pólipo. Éste emerge a la superficie, donde se encuentra formando parte del plancton durante su desarrollo. Cuando ha asimilado las zooxantelas, vuelve al fondo en busca de un sedimento al que fijarse. Distintos pólipos (corales) se unirán en la misma zona e irán formando el arrecife paulatinamente.

Otro tipo de algas que forman el arrecife son las denominadas algas calcáreas, que contribuyen a la consolidación e incremento de la formación recifal. Se encuentran tanto algas verdes (clorofitas) como rojas (rodofitas) y pardas (feofitas); las primeras se localizan en las zonas más iluminadas y los géneros más comunes son Acetabularia y Valonia. El género Caulerpa abunda sobre el sustrato arenoso de la zona recifal protegida del oleaje, y Halimeda se encuentra sobre el coral muerto cerca de la barrera recifal. Las algas rojas, principalmente las coralinas, están presentes en las zonas más protegidas del arrecife, que se encuentran formando capas incrustantes y a veces cuerpos voluminosos en el coral muerto. De las algas pardas, los géneros más comunes son Dictiota y Padina, que ocupan la parte inferior de la roca coralina.


Plantas superiores

Las plantas superiores presentes se encuentran dispersas en las zonas arenosas y poco profundas. El género más representativo es Thalassia, cuyas raíces sirven de protección para algunos organismos en sus primeros años de vida.


Poríferos

En la base de las formaciones coralinas o estructurando colonias tubulares suelen encontrarse esponjas córneas. Son organismos simbiontes muy numerosos, de colores brillantes e intensos.


Otros Cnidarios

En los arrecifes encontramos Cnidarios con esqueleto flexible (en lugar de uno de carbonato cálcico) que forman colonias de variados colores. Podemos mencionar las Gorgonias, que se retraen en el orificio donde se encuentran los pólipos cuando se tocan sus ramas. Eunicella singularis es característica por destacar sobre el fondo colorido del arrecife. Además, habitan anémonas, que son hexacorales solitarios y sésiles.


Anélidos

Estos gusanos anillados se cobijan entre las madréporas construyendo en ellas los tubos en los que se alojan, que pueden ser de arena o de sustancias córneas que le dan consistencia de cuero. Entre éstos destaca el género Sabella, cuyas branquias en forma de penacho se retraen con el contacto al igual que los pólipos de las Gorgonias. Algunos poliquetos con quetas venenosas hacen que al rozar el coral éste produzca una irritación o quemadura.


Moluscos

Entre los moluscos destacan los gasterópodos, concretamente los opistobranquios (o nudibranquios), comúnmente conocidos como babosas de mar. A esta subclase pertenecen los géneros Doris, de coloración azul con rayas amarillas, y Aplysia (vídeo), que produce un líquido morado cuando hay alguna amenaza presente y huyen con movimientos rítmicos.


Artrópodos

Destacan, por su gran diversidad e interacciones, los crustáceos. Habitan entre los tentáculos de las madréporas dado que, una vez evitados estos apéndices urticantes, pueden protegerse de otros organismos que se ven disuadidos por las sustancias toxicas de los cnidocistos. Algunos, incluso, se hacen inmunes contra las toxinas de los pólipos. Dos cangrejos destacan por su gran adaptación a la vida en el arrecife: el "cangrejo araña", de la familia Majidae, y el cangrejo Melia. El primero altera las ramas de los pólipos hasta crear una especie de habitáculo, provocando un crecimiento anormal de los tentáculos hasta formar una cárcel de la que el crustáceo no puede salir y en la que sólo puede entrar agua por unas pequeñas aberturas, pudiendo alimentarse a la vez que se encuentra totalmente protegido. El cangrejo Melia porta en sus pinzas (demasiado pequeñas para poder defenderse con ellas) anémonas cuyos tentáculos están constantemente extendidos para proteger al crustáceo. Esta relación es muy beneficiosa para ambos organismos, ya que las anémonas encuentran más fácilmente nutrientes y el que le sobra es aprovechado por el cangrejo y por los pólipos de las madréporas donde éste vive.


Equinodermos

Entre los erizos de mar destacan dos géneros: Eucidaris y Diadema. Eucidaris está armado con enormes espinas, a veces de más de un dedo de grosor, y Diadema, de colores vistosos, consta de aguijones impregnados de una sustancia altamente urticante que provoca que las heridas que causa, aunque en principio insignificantes, resulten muy doloras.

Las estrellas de mar pueden constituir una plaga cuando aumentan excesivamente en número, como ocurrió en Australia con las estrellas del género Acanthaster, que causaron grandes pérdidas en la barrera de arrecife. No obstante, aportan una gran belleza a la comunidad, sobre todo los ofiuroideos que viven bajo las grandes piedras coralinas.


Cordados

Pequeños grupos de peces, la mayoría herbívoros, se cobijan en los arrecifes, cuya estructura laberíntica impide a sus depredadores darles caza. De nuevo, los arrecifes funcionan como un sistema de protección para otros organismos.

Entre los propios peces también se da una relación de mutualismo, como el caso del "pez loro". Éste es carnívoro, de gran voracidad, y vive en las hendiduras de los corales alimentándose del tejido blando viviente de las ramas tiernas del coral. Entre sus mandíbulas quedan partículas que le incomodan, de las que se deshace dejando a pequeños peces multicolores alimentarse de ellas.

El pez payaso es típico de los arrecifes del Indopacífico. Conviven en simbiosis con las anémonas, que les proporcionan protección frente a otros atacantes (video). A cambio, el pez payaso elimina sustancias que son perjudiciales para las anémonas.

Los arrecifes de coral son lugares en los que se combinan armónicamente distintas formas y colores, tanto de los corales como de los organismos simbiontes animales y vegetales que viven en ellos, y conforman un ecosistema tremendamente rico.



AMENAZAS: CONTAMINACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO


Dada la enorme diversidad de organismos que habitan el arrecife de coral, cualquier daño o cambio producido en éste desemboca en graves consecuencias para todos sus inquilinos y a la larga afectará a todo el ecosistema marino. La destrucción de arrecifes que protegen las costas de la fuerza de las olas provocaría la erosión de éstas, haciéndolas vulnerables a las fuertes marejadas.

Multitud de actividades llevadas a cabo por el ser humano como el anclaje de botes, el buceo, la sobrepesca y la minería dañan a los arrecifes. La contaminación por medio del vertido de diversas sustancias tóxicas y desechos domésticos e industriales causan grandes daños a los corales, disminuyendo la calidad del agua y asfixiándolos.


La actividad humana ha inducido el cambio climático y el calentamiento global que está provocando:

El blanqueamiento prematuro de los corales

Los corales son muy sensibles a variaciones en la temperatura; cambios que excedan en 1ºC la temperatura media provocan la expulsión de las zooxantelas por parte de los pólipos debido al estrés causado por el calor o las radiaciones UV, ocasionando su muerte. La explicación es que las zooxantelas intensifican su actividad fotosintética al aumentar la temperatura; esto provoca una acumulación de radicales libres en el tejido de los pólipos, que acaban expulsando las zooxantelas. Tras periodos de blanqueamiento, los corales son recuperables. Sin embargo, conforme la temperatura aumenta, su mortalidad también (vídeo) .


El lento crecimiento de los corales

La descongelación de los polos conlleva un aumento en el nivel del mar. Actualmente se prevé que lo hará entre 15 y 95 cm en el próximo siglo. Este aumento sería más rápido que el crecimiento vertical de los arrecifes, que se alejarían de la zona fótica a la vez que ganan en profundidad. Por tanto, a las zooxantelas les llegaría menos luz y el crecimiento de los corales se ralentizaría.

La combinación de arrecifes de coral a mayor profundidad y menor crecimiento provocará dos problemas a las áreas costeras: la pérdida de protección frente a la energía de las olas y de fuente de sedimento para las islas.


Por otro lado, el cambio climático conllevará el aumento en la intensidad y número de ciclones y tormentas. La tasa de crecimiento de los arrecifes de coral no sería suficiente para contrarrestar el efecto destructivo de éstos, además de afectar negativamente a su crecimiento. Este efecto sería más acusado en aquellos corales que estuvieran sometidos a estrés debido a las ya mencionadas anteriormente actividades humanas nocivas.


La pérdida de este ecosistema es irreparable, ya que la creación de un nuevo arrecife de coral necesita de miles de años. Por ello, la prevención es la solución a estos problemas frente a la remediación. Para intentar prevenir su destrucción se debe destacar la importancia vital de este ecosistema y conocer los impactos negativos de muchas de las actividades humanas sobre ellos, ya que sólo siendo plenamente conscientes de los daños podremos evitarlos.



BIBLIOGRAFÍA


Ruppert Barnes; Zoología de los invertebrados. 5ª y 6ª ediciones. Ed. Interamericana.
P.A. Meglitsch; Zoología de invertebrados. Ed. Pirámide.
A.J. Marshall y W.D. Williams; Zoología Invertebrados Vol.1. Ed. Reverté, s.a.
Editado por D.T. Anderson; Invertebrate zoology. 2ª edición. Ed. Oxford University Press.
P. Castro y E. M.Huber; Marine Biology. Ed. Mc Graw Hill.
Charles Darwin; La estructura y distribución de los arrecifes de coral. CSIC (Madrid).
Giuseppe Cognetti, Michele Sarà y Giuseppe Magazzù; Biología marina. Ed. Ariel Ciencia.
Janet Moore; An introduction to the invertebrates. Ed. Studies in Biology.
T.R. New; An introduction to Invertebrate Conservation Biology. Ed. Oxford Science Publications.
Susel Castellanos Iglesias, Carlos Varela, María Victoria Orozco y Manuel Ortiz; Thecatae Hydrozoa (Cnidaria, Hydrozoa, Leptothecatae) with known polyp phase of Cuba. Instituto de Oceanología, CITMA.
A. Brito y O. Ocaña; Corales de las Islas Canarias. Ed. Lemus. 2005.
Carla Guadalupe Muñíz Irigoyen; Restauración en arrecifes de coral. Publicación Ciencias nº76. Universidad Nacional Autónoma de México.
L. McCook, J. Jompa and G. Díaz-Pulido; Competition between corals and algae on coral reefs: a review of evidence and mechanisms. Coral Reefs, volume 19, number 4.



GLOSARIO



1 Antozoos - subfilo perteneciente al filo Cnidaria en el cual se encuentra únicamente la clase igualmente denominada Antozoos, donde sólo está presente la fase pólipo (ausente la fase medusa).
2 Arrecife - estructura originada por los exoesqueletos de pólipos ancestrales sobre los que se sustentan nuevas generaciones coralinas.
3 Autótrofo - organismo que obtiene su energía a partir de fuentes inorgánicas, principalmente agua, sales minerales y dióxido de carbono.
4 Bentónico - que vive en el bentos.
5 Bentos - zona más profunda de océanos, mares…
6 Blanqueamiento de los corales - proceso ocasionado por la pérdida de las zooxantelas y que implica la muerte del coral.
7 Colonia (en Cnidarios) - agrupación de pólipos que comparten un exoesqueleto común y se encuentran conectados internamente.
8 Comunidad - conjunto de poblaciones que habitan un determinado lugar.
9 Coral - pólipos que se agrupan para formar estructuras superiores que darán lugar a los arrecifes.
10 Corales córneos - tipo de coral cuyo esqueleto está endurecido por un material flexible (en Gorgonias) y espículas calizas.
11 Corales pétreos - tipo de coral cuyo esqueleto está endurecido por carbonato de calcio.
12 Cnidocito - tipo celular único del filo Cnidaria cuya función principal es la de protección frente a amenazas o captura de presas.
13 Cnidocisto - filamento generalmente urticante que se encuentra en el interior de los cnidocitos.
14 Detritos - materia orgánica en descomposición.
15 Diversidad - número de especies contenidas en un grupo taxonómico o nicho ecológico.
16 Ecosistema - conjunto de especies de todos los dominios que interactúan con el medio, así como el medio mismo.
17 Escleroblasto - tipo celular especial de Octocorales que secreta carbonato cálcico.
18 Escleroseptos - tabiques formados por carbonato cálcico en el exoesqueleto de los pólipos hermatípicos. Se encuentran en disposición alterna con los septos mesentéricos.
19 Especie (biológica) - grupo irreductible, aislado de otros grupos, en el que los individuos pueden, al menos potencialmente, reproducirse entre sí y originar generaciones fértiles.
20 Espuela - estructura que se forma en el frente recifal en la que se interdigitan el carbonato cálcico del arrecife y arena.
21 Exoesqueleto - esqueleto externo.
22 Fotosíntesis - proceso bioquímico mediante el cual los organismos autótrofos transforman la energía luminosa en energía química, sintetizando compuestos orgánicos complejos a partir de compuestos inorgánicos simples (dióxido de carbono y agua principalmente).
23 Frente recifal - zona del arrecife que da a mar abierto.
24 Heterótrofo - organismo que obtiene su energía a partir de fuentes orgánicas producidas por los autótrofos, principalmente glucosa.
25 Hexacoral - grupo de corales perteneciente a la clase Anthozoa cuyos pólipos presentan un número de tentáculos igual a seis o múltiplos de seis.
26 Hidrozoario - sinónimo de hidrozoo.
27 Hidrozoo - organismo perteneciente a la clase Hydrozoa del filo Cnidaria.
28 Horadadores - organismos que perforan el sustrato en el que viven, ocasionándole muescas y generando orificios.
29 Isla - porción de tierra rodeada por agua en todo su perímetro y en la que el clima es homogéneo.
30 Mesenterios - cavidades más o menos aisladas en las que se divide el cuerpo de Antozoos y separa la gastrodermis. Al igual que ocurre con los septos, en el caso de Octocorales son ocho y en Hexacorales seis o múltiplo de seis. Son una característica muy útil a la hora de determinar a qué grupo pertenece un individuo.
31 Mesoglea - espacio corporal situado entre el ectodermo y el endodermo formado principalmente por matriz extracelular en el que se encuentran algunas células dispersas.
32 Medusozoos - subfilo perteneciente al filo Cnidaria.
33 Mutualismo - tipo de simbiosis en la que ambas especies obtienen beneficio.
34 Nudibranquios - u opistobranquios; animales pertenecientes a la subclase Gastropoda, del filo Molusca, también conocidos como babosas de mar. Son conchíferos y pueden presentar concha externa o interna.
35 Octocoral - grupo de corales perteneciente a la clase Anthozoa cuyos pólipos tienen ocho tentáculos.
36 Ofiuroideos - grupo perteneciente al filo Echinodermata, cuyos individuos son muy parecidos a las estrellas de mar.
37 Parasitismo - tipo de simbiosis en la que una especie obtiene beneficio a costa de la otra, la cual sale perjudicada.
38 Plancton - conjunto de animales y vegetales microscópicos (zooplancton y fitoplancton) que habitan la superficie del agua en océanos, mares, lagos… dejándose llevar por los movimientos de masas de agua o aire.
39 Plataforma recifal - zona opuesta al frente recifal.
40 Playa - zona que se encuentra en el margen de zonas acuáticas formada por sedimentos no consolidados, formada por arena y rocas. Es lavada por las olas y en ella no crece la vegetación.
41 Población - conjunto de individuos de la misma especie que habitan un determinado lugar.
42 Pólipo - forma sésil y normalmente bentónica de los Cnidarios. Lleva a cabo la reproducción asexual y, en las especies en las que se encuentra ausente la forma medusa, también la sexual.
43 Sésil - animal que vive fijo a un sustrato.
44 Septos mesentéricos - tabiques presentes en Antozoos que dividen el cuerpo del pólipo en mesenterios; en el caso de Octocorales son ocho, y seis o múltiplo de seis en Hexacorales.
45 Simbiosis - relación muy estrecha en la que participan individuos de distintas especies.
46 Sustrato - sedimento, superficie o medio al que se fija y/o sobre el que crece.
47 Taxon - grupo de organismos que se encuentran emparentados.
48 Teca - envoltura quitinosa inerte protectora que recubre la parte viva de los hidrozoos tecados (zooides).
49 Zooxantelas - cromalveolados dinoflagelados que se encuentran en simbiosis con los pólipos del arrecife.
50 Zona fótica - franja de agua a la que llega la luz solar.


Glosario realizado por los autores con la ayuda del manual A Dictionary of Ecology, Evolution and Systematics, de Roger Lincoln, Geoff Boxshall y Paul Clark. 1998, 2ª Edición. Ed. Cambridge University Press.